Hierbas para la circulación sanguínea en las piernas
Cuidar la circulación es muy importante, ya que puede ayudar a controlar y prevenir una gran variedad de problemas de salud, desde las varices hasta la hipertensión. El ejercicio regular, una dieta sana y las hierbas medicinales pueden contribuir a mejorar la circulación, pero ¿sabía que hay varias bebidas que también pueden tener un efecto positivo?
Se cree que el té verde y el té negro son muy beneficiosos para la circulación debido a sus propiedades antioxidantes.1, 2 Los antioxidantes ayudan a proteger el organismo de los radicales libres que, en exceso, pueden aumentar el riesgo de problemas graves como las enfermedades cardiacas. Esto ocurre cuando la grasa se acumula en las arterias, interrumpiendo así el flujo sanguíneo al corazón.
Además del té, los antioxidantes se encuentran en otros alimentos y bebidas, como la fruta fresca y las verduras (fresas, espinacas, col rizada, moras y frambuesas), así como en las legumbres y algunos frutos secos y semillas. Por lo tanto, deberíamos incluir la mayor cantidad posible de estos alimentos en nuestra dieta para mantener una circulación sana y reducir el riesgo de enfermedades más graves.
¿Qué vitamina o hierba es buena para la circulación?
Una de ellas, en concreto, la vitamina B3, puede ayudar a mejorar la circulación sanguínea. También llamada niacina, la B3 reduce la inflamación y el colesterol malo. Esta vitamina también es importante para aumentar la función de los vasos sanguíneos. Las verduras de hoja verde, como la col rizada y las espinacas, son buenas fuentes de nutrientes de vitamina B.
¿Qué planta favorece la circulación sanguínea?
El ginkgo se utiliza desde hace mucho tiempo para tratar trastornos sanguíneos y problemas de memoria. Hoy en día se conoce sobre todo como una forma de mantener la agudeza de la memoria. Estudios de laboratorio han demostrado que el ginkgo mejora la circulación sanguínea al abrir los vasos sanguíneos y hacer que la sangre sea menos pegajosa. También es antioxidante.
Hierbas africanas para la circulación sanguínea
El ginkgo (Ginkgo biloba) es una de las especies arbóreas vivas más antiguas. También es uno de los suplementos herbales más vendidos en Estados Unidos y Europa. El Ginkgo tiene una larga historia de uso en el tratamiento de trastornos sanguíneos y problemas de memoria. Hoy en día se conoce sobre todo como una forma de mantener la agudeza de la memoria. Estudios de laboratorio han demostrado que el ginkgo mejora la circulación sanguínea al abrir los vasos sanguíneos y hacer que la sangre sea menos pegajosa. Por estas razones, el ginkgo puede mejorar la salud de las venas y los ojos. Aunque no todos los estudios coinciden, el ginkgo puede ayudar a tratar la demencia (incluida la enfermedad de Alzheimer) y la claudicación intermitente, o mala circulación en las piernas. También puede proteger la memoria de las personas mayores. Las hojas de ginkgo contienen flavonoides y terpenoides, ambos antioxidantes. En el organismo, las partículas nocivas llamadas radicales libres se acumulan con la edad y pueden contribuir a las enfermedades cardiacas, el cáncer y la enfermedad de Alzheimer. Los antioxidantes como los del ginkgo combaten los radicales libres e impiden que dañen el ADN y otras células.
Hierbas para la circulación sanguínea de los pies
La circulación sanguínea y la salud del corazón van de la mano. La mayoría de las enfermedades que se desarrollan por una mala circulación afectan al corazón. Casi el 17% de las enfermedades cardiovasculares en EE.UU. se producen por un derrame cerebral, y 100.000 personas mueren cada año en el país por coágulos de sangre.
Tener la tensión arterial alta, o hipertensión, puede provocar tensión en el corazón y el endurecimiento de las paredes arteriales, lo que impide un flujo sanguíneo adecuado por todo el cuerpo. A la inversa, una tensión arterial baja, o hipotensión, también puede causar un desequilibrio en el flujo sanguíneo que provoque una escasez de oxígeno y nutrientes en células, tejidos y órganos.
Los niveles elevados de colesterol LDL, o hipercolesterolemia, hacen que la grasa se adhiera y endurezca a las paredes de arterias y venas. Con el tiempo, se endurece y se convierte en placa, provocando una obstrucción en el vaso sanguíneo e impidiendo así el flujo de sangre. Esta obstrucción es lo que puede causar un derrame cerebral.
Un estudio doble ciego en el que se observó a sujetos con hipertensión reveló que el extracto de hoja de olivo era comparable al Captopril, un medicamento para la tensión arterial. La hoja de olivo fue capaz de reducir la tasa de presión arterial sistólica en ~11,5 y la tasa de presión arterial diastólica en ~4,8. Los investigadores observaron que, aunque los resultados fueron similares en los grupos de Captopril y de hoja de olivo, el extracto de hoja de olivo también redujo los niveles de triglicéridos.
Hierbas chinas para la mala circulación sanguínea
Aproximadamente el 10% de nuestro peso corporal está formado por sangre. Una circulación adecuada permite mantener la homeostasis, suministrar oxígeno, combatir infecciones y enfermedades, regular la temperatura corporal y mantener todas las partes de nuestro cuerpo en buenas condiciones de funcionamiento.
Afortunadamente, podemos evitar que esto ocurra en primer lugar.Hay algunas hierbas que pueden ofrecer una gran ayuda en y ayudar a aliviar los problemas circulatorios leves. A continuación se enumeran algunas de las hierbas más beneficiosas para mejorar la circulación sanguínea:
Incluso hace años, la pamplina se utilizaba como remedio popular para diversos trastornos sanguíneos. Uno de sus usos más comunes es el de compresa sobre heridas para favorecer el flujo sanguíneo y una recuperación más rápida. Se cree que el alto contenido vitamínico de la tintura de pamplina garantiza la salud y el bienestar al regular el flujo sanguíneo.
La cayena es conocida en todo el mundo por su sabor picante. Sin embargo, este chile picante proporciona algo más que sabor. La capsaicina, el componente que da a la cayena su picor, también ayuda a favorecer la circulación sanguínea en los tejidos.