Jengibre
El ginkgo (Ginkgo biloba) es una de las especies arbóreas vivas más antiguas. También es uno de los suplementos herbales más vendidos en Estados Unidos y Europa. El Ginkgo tiene una larga historia de uso en el tratamiento de trastornos sanguíneos y problemas de memoria. Hoy en día se conoce sobre todo como una forma de mantener la agudeza de la memoria. Estudios de laboratorio han demostrado que el ginkgo mejora la circulación sanguínea al abrir los vasos sanguíneos y hacer que la sangre sea menos pegajosa. Por estas razones, el ginkgo puede mejorar la salud de las venas y los ojos. Aunque no todos los estudios coinciden, el ginkgo puede ayudar a tratar la demencia (incluida la enfermedad de Alzheimer) y la claudicación intermitente, o mala circulación en las piernas. También puede proteger la memoria de las personas mayores. Las hojas de ginkgo contienen flavonoides y terpenoides, ambos antioxidantes. En el organismo, las partículas nocivas llamadas radicales libres se acumulan con la edad y pueden contribuir a las enfermedades cardiacas, el cáncer y la enfermedad de Alzheimer. Los antioxidantes como los del ginkgo combaten los radicales libres e impiden que dañen el ADN y otras células.
¿Cuál es un remedio natural para la mala circulación?
Los alimentos ricos en nitratos, como las espinacas, pueden mejorar la circulación. Estos compuestos agrandan los vasos sanguíneos y dejan más espacio para que la sangre circule. Además, un estudio descubrió que una dieta rica en espinacas ayudaba a mantener las arterias flexibles y a reducir la tensión arterial.
¿Qué vitamina o hierba es buena para la circulación?
Una de ellas, en concreto, la vitamina B3, puede ayudar a mejorar la circulación sanguínea. También llamada niacina, la B3 reduce la inflamación y el colesterol malo. Esta vitamina también es importante para aumentar la función de los vasos sanguíneos. Las verduras de hoja verde, como la col rizada y las espinacas, son buenas fuentes de nutrientes de vitamina B.
¿Qué tés aumentan el flujo sanguíneo?
A la hora de elegir el té, seleccione las variedades verde y negra, que son las que contienen más antioxidantes. El té de jengibre también es una opción excelente, ya que se ha descubierto que el jengibre mejora específicamente el flujo sanguíneo. Se considera un vasodilatador, lo que significa que ensancha los vasos sanguíneos y, por tanto, mejora el flujo sanguíneo.
Ajo
La circulación sanguínea y la salud del corazón van de la mano. La mayoría de las enfermedades derivadas de una mala circulación afectan al corazón. Casi el 17% de las enfermedades cardiovasculares en EE.UU. se producen por un derrame cerebral, y 100.000 personas mueren cada año en el país por coágulos de sangre.
Tener la tensión arterial alta, o hipertensión, puede provocar tensión en el corazón y el endurecimiento de las paredes arteriales, lo que impide un flujo sanguíneo adecuado por todo el cuerpo. A la inversa, una tensión arterial baja, o hipotensión, también puede causar un desequilibrio en el flujo sanguíneo que provoque una escasez de oxígeno y nutrientes en células, tejidos y órganos.
Los niveles elevados de colesterol LDL, o hipercolesterolemia, hacen que la grasa se adhiera y endurezca a las paredes de arterias y venas. Con el tiempo, se endurece y se convierte en placa, provocando una obstrucción en el vaso sanguíneo e impidiendo así el flujo de sangre. Esta obstrucción es lo que puede provocar un derrame cerebral.
Un estudio doble ciego en el que se observó a sujetos con hipertensión reveló que el extracto de hoja de olivo era comparable al Captopril, un medicamento para la tensión arterial. La hoja de olivo fue capaz de reducir la tasa de presión arterial sistólica en ~11,5 y la tasa de presión arterial diastólica en ~4,8. Los investigadores observaron que, aunque los resultados fueron similares en los grupos de Captopril y de hoja de olivo, el extracto de hoja de olivo también redujo los niveles de triglicéridos.
Cómo mejorar la circulación sanguínea de forma natural
Unos vasos sanguíneos sanos favorecen una circulación cardiovascular y cerebrovascular adecuada. No sólo la fuerza y flexibilidad, o tono, de nuestros vasos, sino también el flujo sanguíneo sin restricciones que permiten, son claves para el correcto movimiento de la sangre vital por todo el cuerpo.
Arándano rojo – es una fruta que contiene flavonoides que pueden ser útiles para fortalecer los capilares (pequeños vasos sanguíneos no visibles a simple vista), pero no importa lo diminutos que sean, el funcionamiento adecuado de nuestros capilares es fundamental para nuestra buena salud.
Estos vasos microscópicos tienen paredes muy finas y permeables (paredes con agujeros) y llegan muy cerca de las células del organismo para liberarles oxígeno y otros nutrientes. De las células vuelven a los capilares los desechos celulares, que son transportados por la parte venosa de nuestro sistema circulatorio. El flujo sanguíneo de vuelta al corazón no se rige por la acción de bombeo del corazón, sino por la contracción muscular. Las válvulas unidireccionales impiden que la gravedad y la lentitud de los músculos provoquen el retroceso de la sangre.
Ginkgo
El sistema circulatorio está formado por muchos vasos sanguíneos que transportan la sangre hacia y desde el corazón. La sangre se aleja del corazón por las arterias y vuelve al corazón por las venas.
Existen dos circuitos en el sistema circulatorio: la circulación pulmonar y la circulación sistémica. La circulación sistémica transporta la sangre oxigenada del corazón a los tejidos y devuelve la sangre desoxigenada al corazón. La circulación pulmonar se centra únicamente en transportar la sangre del corazón a los pulmones y de vuelta al corazón.
La función principal del sistema circulatorio es transportar oxígeno por todo el cuerpo, suministrar nutrientes y hormonas a las células y eliminar los productos de desecho, como el dióxido de carbono, para que pueda ser exhalado por los pulmones.
Aumente su circulación y mejore el flujo sanguíneo de forma natural evitando los alimentos y hábitos de vida inflamatorios, aumentando los nutrientes clave, haciendo ejercicio a diario y añadiendo especias y hierbas cálidas a su dieta. Prácticas como los baños de romero, el cepillado de la piel en seco y la acupuntura también pueden ser muy beneficiosas.