Jardín de hierbas deutsch
Los jardines de hierbas -tanto de interior como de exterior- están ganando popularidad rápidamente entre los jardineros principiantes y experimentados. Mucha gente opta por cultivar hierbas aromáticas en macetas de interior o en el exterior de su jardín para disponer de hierbas culinarias frescas que utilizar en sus recetas. Pero lo cierto es que cultivar hierbas aromáticas tiene muchos beneficios más allá de su uso en la cocina.
Las hierbas aromáticas pueden atraer a las abejas y otros polinizadores al jardín cuando se cultivan en el exterior y repeler las molestas plagas de insectos que ayudan a las plantas vecinas en ambos casos. Sus aromas también pueden relajarle creando un efecto calmante, o pueden vigorizar su estado de ánimo sólo con su olor.
Algunas plantas son naturalmente más aromáticas que otras, pero ¿por qué ocurre esto? Las plantas aromáticas contienen componentes químicos naturales conocidos como aceites esenciales{: target=»_blank» rel=»noopener»}, que son los responsables de sus notables olores. Estos compuestos, muy volátiles, se encuentran en las hojas y a veces en los tallos, y se liberan al agitar o masticar las hojas.
Las hierbas más aromáticas
Aunque se cultivan principalmente para condimentar alimentos, las hierbas tienen muchos otros usos. Sus aceites y fragancias se utilizan en cosméticos, perfumes, tintes y popurrís. Sus propiedades medicinales son objeto de investigación en todo el mundo. Algunas personas utilizan materiales herbáceos en arreglos florales secos y artesanías afines.
La familia de la menta, Lamiaceae, incluye la albahaca, el orégano, la mejorana, la hierba gatera, todas las mentas, así como el romero, el tomillo, la lavanda, la ajedrea de verano y la salvia. Todas tienen hojas aromáticas. Las plantas vivaces de esta familia pueden convertirse en invasoras, sobre todo las mentas. Estas plantas son arbustivas. La mayoría tolera el calor excesivo y el suelo seco.
La familia de las zanahorias, Apiaceae, incluye el eneldo, el perejil, el perifollo, el cilantro (también conocido como coriandro), el hinojo y el levístico. Los jardineros valoran todas ellas por su follaje y sus semillas. Estas plantas tienen un porte erguido y piernudo. Requieren condiciones algo más húmedas y un suelo más profundo y suelto.
Si un amigo tiene una plantación de hierbas con éxito, puedes propagar algunas hierbas perennes por división. Por ejemplo, puedes dividir y trasplantar una mata de cebollino o un montículo de tomillo rastrero con una pala a principios de primavera.
Hierbas hidropónicas
Los jardines de hierbas -tanto de interior como de exterior- están ganando popularidad rápidamente entre los jardineros novatos y experimentados. Mucha gente opta por cultivar hierbas aromáticas en macetas de interior o en el exterior de su jardín para disponer de hierbas culinarias frescas que utilizar en sus recetas. Pero lo cierto es que cultivar hierbas aromáticas tiene muchos beneficios más allá de su uso en la cocina.
Las hierbas aromáticas pueden atraer a las abejas y otros polinizadores al jardín cuando se cultivan en el exterior y repeler las molestas plagas de insectos que ayudan a las plantas vecinas en ambos casos. Sus aromas también pueden relajarle creando un efecto calmante, o pueden vigorizar su estado de ánimo sólo con su olor.
Algunas plantas son naturalmente más aromáticas que otras, pero ¿por qué ocurre esto? Las plantas aromáticas contienen componentes químicos naturales conocidos como aceites esenciales{: target=»_blank» rel=»noopener»}, que son los responsables de sus notables olores. Estos compuestos, muy volátiles, se encuentran en las hojas y a veces en los tallos, y se liberan al agitar o masticar las hojas.
Huerto hidropónico
La cocina puede ser tu huerto casero con hierbas aromáticas. Si les das luz, calor, agua, una tierra adecuada y un poco de atención, las hierbas aromáticas son muy fáciles de cultivar en casa y te deleitarán con su fragancia cada día.
Aunque no dispongas de un espacio generoso, puedes construir tu propio jardín aromático en la cocina. Es importante elegir aquellas plantas que no requieran condiciones especiales ni cuidados difíciles, pero que puedan crecer felices en macetas. Utiliza sólo tierra orgánica, sin productos químicos.
Una gran idea es reciclar los tarros grandes sobrantes de productos para el cuidado de la piel, como exfoliantes o cremas corporales, porque tienen una abertura amplia. Así, después de consumir el producto, con un poco de paciencia y creatividad, ¡pueden convertirse en un hogar para hierbas aromáticas en tu cocina!
Coloca las semillas en tierra húmeda, a una profundidad 3-4 veces mayor que el diámetro de la semilla, para que germinen correctamente. Pulveriza ligeramente agua con un pulverizador y cubre la maceta con film transparente o un plato de cristal para crear un mininvernadero.